El brillo de zapatos de un millón de dólares.

Una historia real acontecida en los años 1900s y que le dio un giro radical a la empresa National Cash Register en EEUU.

Cuenta la historia que allá por los años 1900s el señor Hugh Chalmers trabajaba como Director de Ventas de la Compañía National Cash Register (empresa en la que comenzó a trabajar desde la edad de 14 años).

Durante su tiempo como Director de Ventas, la compañía estaba atravesando serias dificultades financieras y en un determinado momento, los vendedores se enteraron de ello y esto comenzó un efecto considerable en la pérdida de entusiasmo y con ello se fomentó aún más la baja en ventas lo cual hacía de esta situación un círculo vicioso completamente negativo no sólo para la empresa sino para todos los que laboraban en ella.

Así las cosas, cuentas que el señor Chalmers convocó a una reunión urgente al equipo general de ventas. Dicha reunión se celebró en la misma planta de la empresa en Ohio. Todos los vendedores del país fueron convocados.

Durante la reunión, Chalmers solicitó a sus vendedores "estrella" que comentaran desde su perspectiva qué era lo que estaba sucediendo para llegar a tener tan mal nivel de ventas y así, cada uno de ellos comenzó a compartir una serie de "razones" por las cuales no lograban vender...el ambiente se tornaba cada vez más frustrante y desolador.

Entre las supuestas "razones" se escuchaba: "que las condiciones comerciales eran desfavorables, que había escasez de dinero, que la gente estaba evitando comprar antes de las elecciones presidenciales, y así sucesivamente".

Cuando el quinto vendedor terminó de hablar, el señor Chalmers se subió a una mesa, interrumpió la sesión y ordenó que la misma terminara dentro de tres minutos luego de que le lustraran los zapatos. De inmediato se volvió hacia un chico que estaba cerca de él y le pidió que lustrara sus zapatos ahí mismo mientras él estaba encima de la mesa.

Todo mundo se quedó en silencio y mientras el chico hacía su trabajo, los vendedores comenzaron a murmurar entre ellos que "el jefe se había vuelto loco".

Luego de que este chico lustrara sus zapatos, tomándose todo el tiempo del mundo y haciendo un trabajo impecable, el señor Chalmers le pagó con una moneda sus servicios y luego continuó con su discurso desde la mesa:

Procedió inmediatamente a comentarles que el chico contaba con la concesión de la empresa para limpiar calzado en toda la planta y oficinas. Comentó además que el chico que estaba antes que él, quien era mucho mayor de edad que el actual y a quien la empresa lo compensaba con $5 USD semanales (recuerda que era años 1900s) no conseguía ganarse la vida en esa fábrica a pesar de que contaban con miles de empleados.

Caso contrario, el chico actual no sólo se ganaba la vida SIN ningún subsidio de la empresa, sino que, trabajando en la misma empresa, en las mismas condiciones y para la misma gente, lograba ahorrar dinero de sus ganancias semanales.

Entonces le planteó a los vendedores la siguiente pregunta: 

¿Quién tuvo la culpa de que el chico anterior no pudiera trabajar/ganar más? ¿Fue culpa suya o de los clientes? 

Al unísono TODOS los vendedores respondieron que era culpa de chico anterior! 

Chalmers respondió confirmando su respuesta en coro y continuó: 

"Ustedes están vendiendo cajas registradoras en el mismo territorio, a la misma gente, con exactamente las mismas condiciones comerciales que existían hace un año y; sin embargo, no están haciendo las mismas ventas que hace un año...entonces: 

¿De quién es la culpa? ¿De ustedes o de los compradores? 

Una vez más, todos los vendedores respondieron al unísono confirmando que era su culpa! 


Chalmers les confirmó la afirmación y cerró el discurso explicándoles por qué estaba sucediendo eso; les dijo:

"Ustedes han escuchado rumores de que la empresa tiene problemas económicos y eso ha minado su entusiasmo; de manera tal que ya no hacen el esfuerzo que hacían antes. Si ustedes vuelven a sus territorios con la clara promesa de enviarnos cinco pedidos cada uno, durante los próximos 30 días, esta compañía dejará de tener dificultades económicas, ya que esas ganancias adicionales nos sacarán adelante.


Seguido les preguntó si se comprometían a hacerlo...y lo hicieron!!! 


Este compromiso gracias al lustre de sus zapatos les generó ventas de un millón de dólares (de nuevo, en los años 1900s)...poco tiempo después el señor Chalmers fue convencido de incursionar en la industria automotriz y tuvo su propia planta de fabricación de automóviles. 


Moraleja: "EL ENTUSIASMO NO CONOCE LA DERROTA". 


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Esta interesante historia de la vida real podemos traerla a la realidad de nuestros días... Hoy se escucha a diario todo tipo de EXCUSAS que lejos de ser razones, son salidas fáciles para no asumir la RESPONSABILIDAD (Habilidad de RESPonder) por los resultados que se desea tener.

Hoy se ha vuelto fácil culpar a la pandemia, a las elecciones presidenciales, al presidente, y si se puede hasta al perro de la casa con tal de no reconocer que si no se tienen los resultados deseados, es porque NO TE HAS COMPROMETIDO A TENERLOS.

Lo siento si suena duro pero la verdad, alguien tiene que decirlo...

Ya es hora de dejarnos de cuentos... "NADIE VIENE A SALVARTE" como diría el finado psicoterapeuta Nathaniel Branden... 

La historia anterior demuestra en sí misma una serie de PRINCIPIOS DEL ÉXITO que es importante reconocer; entre ellos puedo mencionar:

  • La definición de un claro objetivo principal (saber exactamente qué quieres / adonde vas)
  • La seguridad en uno mismo (aquí se incluye: La Sugestión, La Auto-Sugestión, El Entusiasmo, La Fe)
  • Iniciativa y Liderazgo
  • La Imaginación
  • El Autocontrol
  • El hábito de hacer más de aquello por lo que te pagan
  • El Enfoque
  • La Colaboración (Mastermind / Trabajo en Equipo)

Los anteriores son algunos de 16 PRINCIPIOS que siempre han estado, hoy están y SIEMPRE estarán presentes en lo que usted y yo llamemos ÉXITO.

Estudiar el ejemplo anterior puede permitirle hoy a concesionarios de vehículos incrementar sus ventas... Saber aplicar estos principios con el estudio de esta historia le puede permitir a emprendedores de todo tipo crear en término de un mes los resultados que no han tenido en un semestre...

¿Crees que es loco pensar eso? 
Pues déjame decirte que más loco es esperar que alguien venga a resolverte la vida!

Ahora tan sólo te dejo una pregunta...

¿QUÉ DESEAS CREAR? (en tu vida, en tus negocios, en tus relaciones, etc)

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Te cuento que la historia fue tomada del libro "Las Leyes del Éxito" y ésta es tan sólo una de las que estudiaremos a profundidad mientras te comparto cómo aplicar en tu vida y negocios los 16 PRINCIPIOS del ÉXITO en mi nuevo programa TU LLAVE MAESTRA.

Si estás listo/a para explorar estos PRINCIPIOS y comprender cómo aplicarlos a las áreas más importantes de tu vida, te invito a que te unas al programa y me permitas ser tu Coach durante los próximos tres meses para ayudarte a ver lo que no estás viendo y crear incluso lo que CREES "imPOSIBLE".

La matrícula ya está abierta, ya tenemos participantes de México, EEUU y Costa Rica...me encantará tenerte con nosotros. Aquí te dejo el enlace para matricularte: https://www.vivepordiseno.com/courses/tu-llave-maestra 

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Sin más, te mando un abrazo y quedo a tus órdenes.
Saludos de tu amigo y coach, 

Minor Arias Solís - C.M.O.

PS. Por cierto, aún está disponible mi serie de 3 videos en donde comento algunos de los Principios antes mencionados, si te interesa verlos, puedes hacerlo aquí: https://www.vivepordiseno.com/fp/tu-llave-maestra



Categorías: Coaching, Mentalidad